"Así como otros puedan dedicarse más al debate político, a este equipo de Gobierno, que es joven, le interesa sacar adelante los proyectos positivos para la ciudad en el menor espacio de tiempo posible". He dicho yo, Iñigo de la Serna, en la ciudad de Santander a 12 de diciembre del glorioso año de 2008.Si esto fuera verdad -como dice hoy el profesor Rafael Domínguez (¡olé!) en El Diario Montañés- que nos hubiera ahorrado "el discurso estilo José María Pemán de oda a la bandera que perpetró el alcalde Íñigo de la Serna en el acto compensatorio preventivo del pasado día 6. Como ahora resulta que, Santander es el «rompeolas simbólico de España», desde aquí le animo a dar una utilidad inmediata a la estatua de Franco y de paso devolverle la 'galanura', después del camuflaje excrementicio acumulado innecesariamente estos últimos treinta años".
Vaya, que el chico sólo tiene discurso político en una dirección... de Santander (hacia Puertochico). Moraleja: Que nuevamente hoy se ha negado a decir qué día quitan la estatua. Sobran las excusas
5 comentarios:
Creo que se están cargando mucho las tintas en quitar el conjunto escultórico, pero con la tecnología de estos tiempos, ¿acaso no se podría suprimir al jinete, conservar el caballo y llevarlo al Parque de la Vaca para que acompañe a aquella pobre y solitaria figura?
¡¡Caballo, neutral; abajo el general!!
Yo tengo muchas ganas de que la quiten de un vez, pero vivo en Madrid y subo dentro de nada, ya que han esperado mas de 40 años, que esperen un poco mas y veo como la quitan, que me hace mucha ilusion!!
tenemos Santander con Franco para rato... y blog de Santander sin franco para rato (que no Rodrigo, sino en cuestión de tiempo)también. Esto último me alegra cantidad, porque este blog es maravilloso!! Felicidades y a seguir así!!
Por lo que me cuentan en el periódico, esta plaza puede acabar llamándose en breve: “Plaza Sin Huevos”, si retiran el caballo, a Paco Franco y el alcalde se baja los pantalones. Si acaso, y dado que el alcalde se ha rajado, en lo sucesivo puede llamarse: “Plaza del Calzonazos”. ¿Por qué? Pues sencillo: por la descomunal bajada del paño menor por parte del jefe del Consistorio.
Esperadme, que voy a ver cómo quitan al burro. Lo llevo viendo desde niño, y desde Madrid, vuelvo a verle volar, colgado de una grua.
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