Presencias y ausencias

Esta mañana, el alcalde-ingeniero aparcó su verdadera vocación de técnico en infraestructuras y no se atrevió a dirigir el desmontaje de la estatua de Franco, pese a que nunca pierde ocasión de ponerse el casco y guiar a los periodistas –como hizo hace sólo unos días- a explicar ‘in situ’ la reforma del aparcamiento subterráneo que ha ocasionado la mudanza del caudillo.
De la Serna entró al Ayuntamiento por la puerta de atrás y convocó a los medios de comunicación a media mañana, para decir que hoy era un día normal en Santander y que se siente muy democrático. No hubo ni una sola palabra de condena hacia la dictadura, ni un mero gesto de satisfacción por la desaparición de la estatua. El equipo de gobierno del PP se ha retratado en este comportamiento y ha perdido la oportunidad de imprimir un nuevo talante en la casona municipal. Nadie del PP piso la plaza esta mañana. Sobran los comentarios. Veo que no se deciden a sacudirse la caspa. Entre las caras conocidas sólo se dejaron ver, apoyando la retirada, algunos representantes del PSOE: Los concejales; el líder de Juventudes Socialistas de Santander, Pedro Casares, y la secretaria del PSOE de Santander, Rosa Inés García, junto a miembros de su ejecutiva.