jueves, 18 de diciembre de 2008

Un burka de plástico para el último desfile de la victoria de la democracia




¡Qué vergüenza, un pedazo de historia envuelto en una bolsa de basura negra y paseado por toda la ciudad en camioneta! Qué poca dignidad ha tenido el caudillo en su despedida de Santander, ¿qué pasa? ¿ni siquiera sobró un retal de la bandera de Puertochico para haber envuelto en un sudario digno al generalísimo? Al tirano le han escondido debajo de un plástico, bien precintado, camino de su destierro.

Hombre, parece poco sostenible emplear una bolsa de basura de semejantes dimensiones, que no es biodegradable, ahora que el Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña para fomentar el uso de bolsas de papel. Ha faltado que Schelesser le hubiese diseñado un burka al caudillo.

Escondido bajo el capuchón negro, el camión enfiló el Paseo Pereda escoltado por dos coches de la polícia local y otro de la nacional, en su último recorrido por la avenida.

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